Pedradas y empellones en la CNDH
■Israel Mendoza Pérez
@imendozape
El estado ideal de Rosario Piedra Ibarra, presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, es el de la confrontación. Así como llegó a su cargo entre empellones y gritos, así mantiene una relación con organizaciones también defensoras de los derechos humanos. Su actuar no es gratuito. A trasmano opera Francisco Estrada Correa, secretario ejecutivo de la CNDH y ex abogado del comité Eureka. Su confidente.
Si a este funcionario no le gusta algo en la comisión sólo mueve sus influencias con Piedra Ibarra y de inmediato se cumple. Él se ha convertido en una especie de miniombudsman. Su militancia con el Movimiento de Regeneración Nacional y su activismo en el comité Eureka es lo que lo mantiene en un lugar privilegiado dentro de la CNDH. Desde ahí opera política y jurídicamente. Ahora la comisión se convirtió en un apéndice de la histórica organización.Eliminó la oficina del caso Iguala.
Estrada Correa le organiza Piedra Ibarra, de manera repr..