/COMUNICAE/ Aceptar el paso del tiempo para algunos a veces resulta complicado. Meditar puede ayudar a que el cuerpo y la mente se equilibren y en lugar de simplemente envejecer, disfrutar de lo bueno en cada etapa A los 40, a los 50, a los 60… Asumir el paso del tiempo en ocasiones es difícil. El culto a la juventud, intrínseco a la sociedad actual, es un hándicap en ese sentido: Hay que tener un cuerpo perfecto, una piel sin arrugas y una energía desbordante. Y por si fuera poco, es común añorar y pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor. Pero lograr ese equilibrio entre la edad biológica y la mental puede convertirse en una presión desbordante y en fuente de frustración si no se aprende a hacer una pausa, reconocer cómo uno se siente y buscar esa armonía. Con motivo del lanzamiento del programa “Cuestiones de cada edad”, la psicóloga, experta en mindfulness y colaboradora de la app de meditación Petit BamBou Belén Colomina, aporta claves para entender porqué a veces no se asi..