/COMUNICAE/ La banca personalizable permite a las instituciones financieras construir un marco más flexible y preparado para el futuro En América Latina, como en muchas partes del mundo, los cambios en el comportamiento financiero son tanto claros como profundos. A medida que la tecnología avanza y las ofertas de productos se expanden, los consumidores ya no están satisfechos con el modelo bancario convencional. En su lugar, exigen servicios que sean tan dinámicos y adaptables como sus vidas. Esta evolución indica que las instituciones financieras tradicionales ya no pueden depender de soluciones estándar para satisfacer estas expectativas cambiantes. Con el auge de la personalización y la agilidad digital, nunca ha sido más evidente que el sector bancario se encuentra en una encrucijada crítica. Los desafíos de integrar nuevos sistemas en infraestructuras existentes son bien conocidos, especialmente en mercados como el de México, donde los sistemas heredados siguen siendo predomi..