Emilio, el delator
■Israel Mendoza Pérez @imendozape El tributo de Emilio Zebadúa, excolaborador de Rosario Robles, en Sedatu y Sedesol, al gobierno de la cuatroté de convertirse en delator —testigo protegido— en el caso de la llamada Estafa Maestra es sólo un revoloteo a la información. No aportan nada sus revelaciones. Sólo se prestó para avivar las hornillas contra el sexenio pasado y mantener como marca de la casa la cruzada moral contra la corrupción. Desde octubre pasado comenzaron los acercamientos con excolaboradores de Robles Berlanga para llegar a “acuerdos” y ofrecer impunidad a cambio de revelar nombres de alto rango en el sexenio pasado y fechas de movimientos financieros escandalosos. Como parte de su negociación para obtener el beneficio de ser testigo protegido, Zebadúa reveló que Robles fue quien le dio indicaciones para operar los contratos de las dos dependencias federales. Así comenzó a echarle aire a los flotis que necesita para evitar pisar la cárcel y de paso engordar la burbuja..