El entretenimiento en México no es solo diversión: es una industria que mueve millones y genera miles de empleos. De acuerdo con datos del INEGI, el sector de las artes, entretenimiento y recreación aportó más de 164 mil millones de pesos al PIB nacional en 2024, consolidándose como uno de los motores culturales y económicos del país. Abrirse paso en ese mundo no es fácil. Es un entorno cerrado, competitivo y muchas veces reservado para unos cuantos. Sin embargo, Alex Atrystain logró romper ese molde
De un bar en Polanco a los escenarios
En 2015, Alex lanzó Zero Gravity, su proyecto de entretenimiento, con un pequeño evento en un bar de Masaryk, Polanco. Todo parecía prometedor… hasta que, días después, el mundo se detuvo por la pandemia de COVID-19.
La crisis sanitaria golpeó con fuerza a la industria: eventos cancelados, recintos cerrados, miles de empleos perdidos. Según un informe de PwC, el sector de medios y entretenimiento en México cayó más de un 70 % durante 2020 y 2022. Mientras muchos empresarios abandonaban sus proyectos, Alex decidió resistir.
Con los antros cerrados, Zero Gravity se reinventó. Alex comenzó a hacer lives en Instagram: enseñaba recetas de cocteles típicos de bares y organizaba sesiones de DJs en vivo, lo que empezó como una forma de "mantener viva la marca", terminó por posicionarla en el radar del público joven y del mercado nocturno capitalino. Su autenticidad y conexión real con la gente marcaron la diferencia.
Cuando las restricciones comenzaron a flexibilizarse, Alex apostó por un nuevo destino: Cancún, una ciudad que vibra al ritmo del entretenimiento.
Allí organizó eventos al aire libre, de día, para un público ávido de salir, bailar y sentirse vivo otra vez. Su propuesta se volvió un fenómeno entre turistas y locales, y poco a poco la marca Zero Gravity empezó a sonar fuerte.
Inspirado por ciudades como Miami o Las Vegas, Alex decidió que México también merecía su propia revolución nocturna, comenzó a invitar artistas emergentes a sus eventos, convirtiendo a Zero Gravity en una plataforma de lanzamiento para nuevas figuras. Con el tiempo, el proyecto creció hasta incluir presentaciones de artistas internacionales, influencers y DJs de talla mundial.
En solo dos años, Zero Gravity pasó de ser un concepto experimental a una empresa integral de entretenimiento, con servicios de booking, producción, logística, marketing e incluso hoy en día con su propia boletera.
Entre los nombres que han colaborado con la marca están Piso 21, Leon Leiden, Danny Ocean, Belinda, Pol Granch, Nio García o Beele, entre otros. Junto con uno de los clubes más importantes de la CDMX, Alex llevó su visión a otro nivel: realizando shows y after partys de artistas como Travis Scott, Arcángel, The Weeknd, Karol G, Nicki Nicole, Young Miko y muchos más.
"Crear momentos que muevan a las personas"
En entrevista, Alex comparte una reflexión que define su filosofía:
"No sé a dónde quiero llegar ahora. Los sueños que tenía antes se han ido cumpliendo y creado nuevos, pero algo tengo claro: siempre voy a disfrutar creando momentos que muevan a las personas. Creo que México tiene talento de sobra, solo necesitamos volver a enfocar la industria y apoyar, tener paciencia y dejar los egos atrás".
Atrystain habla con claridad sobre el rumbo del entretenimiento en el país: muchos líderes del sector se han centrado en los números, olvidando que el verdadero objetivo es entretener y generar experiencias y eso es algo que nunca dejará de tener como prioridad.
Hoy, una marca sin presentación necesaria
Hoy, Zero Gravity y Alex Atrystain no necesitan mucha presentación dentro de la industria, poco a poco han ganado un espacio que pocos han logrado alcanzar, equiparándose con los nombres más grandes del entretenimiento nacional.
Agencias de relevancia mundial han comenzado a confiar en su visión y su modelo de negocio, al igual que artistas de renombre que buscan colaborar con su equipo, y eso, en un ramo tan competitivo, es digno de reconocimiento.
Pionero en la profesionalización del entretenimiento
Aunque el entretenimiento es considerado un "ramo profesional" relativamente nuevo, Alex fue uno de los primeros en formalizar su formación dentro de la industria. Cuando en México todavía era un terreno experimental, decidió prepararse con los grandes en clases virtuales y presencialmente en Las Vegas, formándose junto a otros líderes internacionales del sector.
Esa visión académica y práctica marca un precedente importante: el inicio de la profesionalización del entretenimiento en el país, un camino que Alex no solo recorrió, sino que abrió para las nuevas generaciones.
El futuro del entretenimiento mexicano
Hoy, Alex Atrystain encabeza una nueva ola que redefine lo que significa el entretenimiento, con una visión global preocupada por realmente entretener y generar emociones con el público. Sin perder el compromiso con el talento nacional, Zero Gravity se consolida como un estandarte del entretenimiento mexicano moderno: creativo, incluyente, ambicioso y con identidad propia.
"Mi papel es inspirar, apoyar y dejar a México muy en alto, porque esto apenas comienza", concluye Alex.

