En solo un año, el fraude financiero en México se disparó más de 150% y en Latinoamérica
más de 130%, impulsado por la adopción de tecnologías avanzadas tanto por instituciones
financieras como por redes criminales transnacionales.

La suplantación de identidad, creación de datos sintéticos y manipulación maliciosa de
agentes de inteligencia artificial (IA) encabezan las tácticas más sofisticadas, advirtieron
especialistas durante el Fintech Summit Americas 2025, quienes coincidieron en que la
colaboración entre bancos, fintech y reguladores ha dejado de ser opcional para convertirse
en una decisión urgente.

El ciberdelito se consolida como una industria amenazante

En el panel “Nuevas rutas del fraude: prevención, tecnología y confianza”, Miguel González
(Sumsub), Lorena Bravo (Google) y Alberto Amezquita (Banamex), moderados por Raúl
Parra (DPL News), alertaron que el fraude dejó de ser un acto aislado para transformarse
en una industria criminal organizada, con operación transnacional y capacidad de
adaptación tecnológica en tiempo récord.

La identidad sintética y la originación fraudulenta de cuentas son las modalidades de mayor
crecimiento. “El fraude ya no ocurre solo en la apertura de una cuenta; muchas veces el
ataque llega después, cuando ya está activa y validada”, explicó González.
Bravo detalló que grupos criminales están reentrenando agentes inteligentes mediante
técnicas de poisoning, inyectando código o instrucciones ocultas capaces de manipular
datos sensibles como identificaciones, contraseñas o información biométrica.

Inclusión y confianza: la otra cara de la digitalización

En el panel “De lo tradicional a lo digital”, líderes del ecosistema fintech abordaron la
importancia de que la transformación digital no se limite a incorporar tecnología, sino a comprender profundamente a los usuarios, generar confianza y promover un cambio
cultural.

Carlos González Mozuelos (Bancoppel) dijo que la digitalización debe partir de un análisis
riguroso de la base de usuarios, identificando riesgos y oportunidades sin comprometer la
rentabilidad. Por su parte, Omar Arab (Miami Fintech Club) previó que la tecnología se
convertirá en un commodity y que el verdadero diferenciador será la mentalidad de líderes y usuarios. “Las personas no comparan bancos, comparan experiencias. Hoy el gran reto es
cultural”, dijo.

Hacia una prevención proactiva

Tanto en fraude como en digitalización, los asistentes coincidieron en que el sector debe
pasar de una prevención reactiva a una anticipación proactiva, basada en:
● Algoritmos de detección temprana y análisis de anomalías.
● Simulación de ataques internos para anticipar estrategias criminales.
● Programas de alfabetización digital y financiera que fortalezcan la capacidad de los
usuarios para detectar fraudes que combinan ingeniería social con deep fakes, voice
fakes y manipulación de datos biométricos.