A nivel empresarial, México se enfrenta a dos grandes desafíos que ponen en riesgo su competitividad: el aumento de los ciberataques y los bajos niveles de productividad. Solo en 2024, el país registró 31 millones de intentos de ciberataques, lo que representa el 55% de los ataques totales en toda América Latina y un incremento interanual del 78%.
Datos de Kaspersky señalan que en 2024 se bloquearon 42.4 millones de ataques y más de 81 millones de intentos de phishing, evidencia de que los ciberdelincuentes están perfeccionando sus métodos para obtener información corporativa.
Por ejemplo, en marzo de 2024, el Banco Nacional de México, sufrió un importante ataque de ransomware que interrumpió sus servicios en línea durante varias semanas, resultando en pérdidas financieras considerables y debilitando la confianza del cliente. Este incidente subraya el grave impacto que los ciberataques pueden tener en las empresas.
Por otra parte, se espera que el mercado de ciberseguridad en México alcance los 2,510 millones de dólares y crezca anualmente a una tasa del 11.59%, reflejando la urgencia de adoptar soluciones tecnológicas avanzadas para proteger a las organizaciones de esta ola de amenazas cibernéticas.
Estas amenazas cibernéticas socavan directamente la competitividad económica del país al interrumpir operaciones comerciales, erosionar la confianza del consumidor e incrementar los costos operativos.
Al parecer, el tema de la ciberseguridad podría influir en la productividad ya que en México se registra un rezago con respecto a otros países miembros de la OCDE. Mientras el promedio de productividad en las organizaciones se sitúa en 50 (en una escala de 100), México registra únicamente 20, según datos de dicha organización.
La baja productividad algunos análisis la han atribuído a la adopción del trabajo remoto e híbrido, modalidad que beneficia a los empleados (el 50.2% de los profesionales de tecnología en México la prefieren), pero que conlleva nuevas vulnerabilidades en términos de ciberseguridad y eficiencia operativa.
Aunque no hay bases sólidas para ello ya que el teletrabajo también ha demostrado en muchos casos que la productividad mejora al canalizar a un resultado por objetivos, y muchos trabajadores hacen lo posible para contrarrestar problemas tecnológicos como la velocidad en la conexión, la falta de capacitación en el uso de VPNs, la tropicalización errónea del monitoreo remoto y muchos otros malos propios del rezago tecnológico.
Las empresas hoy están casi obligadas a integrar tecnologías avanzadas de ciberseguridad, para protegerse de amenazas cibernéticas y alinearse a un marco operativo en constante evolución para garantizar el cumplimiento normativo y fomentando un entorno empresarial más competitivo y seguro.
La transición al trabajo remoto e híbrido ha introducido nuevas vulnerabilidades, como el aumento de riesgos de filtraciones de datos y accesos no autorizados. Ahí es donde soluciones como las ofrecidas por empresas como Teramind podrían ayudar a esta adaptación a un nuevo mercado.
A través de sus soluciones avanzadas de gestión de amenazas internas y prevención de pérdida de datos (DLP), Teramind ayuda a las empresas a mitigar estas vulnerabilidades al detectar y prevenir comportamientos riesgosos que afectan la seguridad y la productividad.
“En un entorno donde el trabajo remoto e híbrido se expande en México, garantizar la ciberseguridad y la eficiencia operativa es cada vez más importante. Al adoptar una visión integral del comportamiento de los empleados, las empresas pueden anticiparse a los riesgos, fomentar la productividad y mantener un equilibrio saludable entre la protección de datos y la confianza del equipo. Teramind destaca en el mercado mexicano con sus análisis avanzados y soluciones personalizables, ofreciendo perspectivas superiores y flexibilidad frente a sus competidores. Esta propuesta de valor única permite a las organizaciones implementar medidas de seguridad a la medida de sus necesidades específicas, promoviendo una cultura empresarial más resiliente y preparada para enfrentar los desafíos digitales”,
resalta Óscar Lorenzana, Country Manager de Teramind en México.
A pesar de la magnitud del desafío, México se encuentra en una etapa temprana de adopción de soluciones de ciberseguridad y gestión de la productividad, abriendo oportunidades de crecimiento y modernización. Para aprovechar estas oportunidades, las empresas mexicanas pueden tomar acciones concretas, como implementar soluciones avanzadas de ciberseguridad —entre ellas la plataforma integral de análisis de comportamiento de la fuerza laboral de Teramind— que refuerzan la protección de datos y la eficiencia operativa. Asimismo, la integración de herramientas de gestión de productividad y la capacitación del personal en mejores prácticas pueden mejorar el rendimiento general. Al aprovechar las capacidades de monitoreo en tiempo real y prevención de pérdida de datos (DLP) de Teramind, las empresas pueden abordar de manera proactiva las vulnerabilidades de seguridad a la vez que optimizan sus flujos de trabajo. El mercado de ciberseguridad en México, proyectado en 2,510 millones de dólares con un incremento anual de 11.59%, evidencia el camino que queda por recorrer y sienta las bases para un futuro más seguro y productivo en los negocios mexicanos.