El Cardenal Robert Prevost se convierte en el 267º Papa de la Iglesia, asumiendo el nombre de León XIV. Tras dos días de Cónclave al interior de la Capilla Sixtina, los 133 cardenales acordaron la elección del sumo pontífice y después de 4 rondas de votaciones se vislumbró la fumata blanca en la Plaza de San Pedro confirmando que un miembro de la curia fue elegido para guíar a los católicos.
Francis Robert Prevost Martínez nació el 14 de septiembre del 1955 en la ciudad de Chicago, Estados Unidos, aunque tiene nacionalidad peruana.
En 1977 ingresó al noviciado bajo la Orden de San Agustín en la provincia de Nuestra Señora del Buen Consejo.
Estudió en la Unión Teológica Católica – Chicago, donde obtuvo una maestría en Divinidad (en Teología), con mención en Misión Intercultural, en 1982.
Poco después viajó a Roma para estudiar Derecho canónico en la Universidad Angelicum, donde obtuvo la licenciatura en 1984. Obtuvo el doctorado con mención «magna cum laude», con la tesis titulada: «El rol del prior local de la Orden de San Agustín» (1987).
Tras su ordenación fue destinado a trabajar en la misión de Chulucanas, en Perú (1985-1986), siendo vicario parroquial de la Catedral y Canciller. Después regresó a Estados Unidos y tras dos años regresó a Perú.
Es políglota, pues habla el inglés, español, italiano, francés, portugués; y lee el latín y el alemán.
El 3 de noviembre del 2015 Francisco lo nombró Obisto en Chichlayo, Perú, mismo año en el que le otorgaron la nacionalidad peruana. En 2023 el Papa Francisco lo nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos, uno de los cargos más influyentes en el Vaticano, pues le permite decidir los nombramientos de cardenales en todo el mundo.
Prevost eligió el nombre de León XIV, convirtiéndose en el 14.º papa con ese nombre y el 267.º en la historia de la Iglesia Católica. Este nombre evoca a papas anteriores como León I el Magno y León XIII.
Su llegada para muchos significa continuidad de las políticas del Papa Francisco aunque para otros su discurso es ambigüo y no da mensajes claros sobre temas medulares para la iglesia católica como las acusaciones de pederastía.
Aunque el mundo se mentiene siempre pendiente de este nombramiento, la realidad es que la Iglesia Católica está en crisis y muestra de ello es el poco crecimiento de católicos y el desplazamiento de esta fe en regiones como Europa.