En un comunicado emitido por redes sociales de la Dirección General de Epidemiología Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud Secretaría de Salud en México se confirmó el primer caso de miasis ocasionada por el gusano barrenador.
Se trata de una mujer de 77 años que habita en el municipio de Acacoyagua de Chiapas. En el comunicado se especifica que la mujer se encuentra estable y ya recibe tratamiento con antibióticos en el hospital de alta especialidad de Tapachula.
Tanto las secretarías de Salud como de Agricultura se encuentran realizando diferentes investigaciones y capacitación sobre vigilancia epidemiológica para prevenir la extención hacia más personas.
Además de una investigación sobre el caso, se realizan jornadas de información y prevención con la población residente en la localidad
¿Qué es y cómo se contagia la amiasis?
La cadena de contagio van de las moscas Gasterophilus intestinalis e Hypoderma hacia el ganado y a su vez este ganado contagiado por el gusano barrenador depositado por las moscas, contagia a las personas al contacto directo de los huevos con la piel.
¿Cómo se propaga la larva?
La infestación se da cuando una mosca deposita sus huevos en la herida superficial de un mamífero, entre 12 y 24 horas después las larvas eclosionan y se alimentan de tejido vivo durante 4 a 8 días, una vez desarrolladas caen al suelo para transformarse en pupas, emergiendo de 7 a 10 días después como moscas.
¿Cuáles son los signos clínicos?
Las larvas pueden infestar diversas heridas, incluso tan pequeñas como la picadura de una garrapata; no obstante, las infestaciones más frecuentes se presentan en el ombligo de los neonatos, en las heridas generadas por la castración o el descorne, así como en las regiones vulvares o perineales de las hembras.
Cuando inicia la infestación se puede observar un movimiento leve dentro de la herida, la cual se extiende y se hace profunda conforme las larvas se alimentan de los tejidos, produciendo supuración serosanguinolenta. Generalmente los animales afectados se separan del grupo y manifiestan depresión, falta de apetito y molestia en la herida; los animales que no reciben tratamiento pueden morir de 7 a 14 días después por toxicidad o por infecciones secundarias.