Pensemos que Cuauhtémoc Blanco es inocente y no debe absolutamente nada, ¿entonces por qué no enfrentar la justicia con la frente en alto? Pareciera que la consigna de MORENA es manchar al movimiento cueste lo que cuesto y protegiendo a quien sea.
En diferentes momentos han rechazado el desafuero del ex gobernador de Morelos y han defendido el fuero del ahora diputado de MORENA a capa y espalda sin medir las consecuencias para con los ciudadanos, para con el gobierno de Sheinbaum y para con el movimiento que los encumbró.
No sólo eso, sino que ahora se habla de arrebatar puestos a las mujeres pertenecientes a MORENA y al Partido del Trabajo que apoyan el desafuero de Blanco. Tal es el caso de Gaby Jiménez quien se pronunció a favor de dar trámite al desafuero de Blanco. Ahora su puesto como Vicecoordinadora del Grupo Parlamentario de Morena está en riesgo y es Ricardo Monreal quien maquina su salida.
El desafuero de Cuauhtémoc Blanco no sólo ha demostrado públicamente que MORENA privilegia la opacidad y da más peso a la protección sin miramientos, antes que a la transparencia, la justicia y la protección a las víctimas. No es la primeras vez, pues está el antecedente de Salgado Macedonio a quien sólo se le retiró la candidatura a la gobernatura de Guerrero, pero se le dio un premio de consolación como legislador a pesar de las graves acusaciones sobre abuso.
En tribuna y rodeado de las legisladoras Blanco afirmó no tener miedo y dijo que estaba dispuesto a declarar ante la fiscalía porque consideró que las acusaciones en su contra son injustificadas y está dando la casa, sin embargo, conservará su fuero.