Un video de pocos segundos desató una lluvia de comentarios en redes sociales, en el clip se ve cómo líderes de MORENA se toman fotografías con
Andrés Manuel López Beltrán, mientras que la presidenta Claudia Sheinbaum pasa desapercibida. Ella camina rápido y pronto voltean todos sin saber qué hacer, los despide de lejos y continúa su camino hacia el templete desde el que envió su mensaje anunciado desde inicios de la semana pasada.
Al anuncio de esta reunión masiva, miembros de la oposición lanzaron dura críticas a la convocatoria que primeramente sería para anunciar medidas arancelarias y no arancelarias por la política económica de Estados Unidos contra México y Canadá.
Posterior a la llamada entre Sheinbaum y Donald Trump en la que acordaron aplazar los aranceles un mes más para continuar las negociaciones, sobre todo en los productos contemplados dentro del T-MEC, la presidenta cambió el motivo de la reunión y anunció sería una celebración de la unión y fortaleza de México.
Miembros del PAN, MC y PRI rechazaron el evento. Reprocharon la falta de soluciones ante varios problemas, proncipalmente la seguridad y la salud. “No hay nada qué celebrar” se encuchó en diferentes entrevistas.
Pero el magno evento llegó en el más alto índice de aprobación de Sheinbaum y aunque la justificación para el llamado era débil, era una forma de demostrar el músculo no de su partido, sino de ella como mandataria que vivió momentos complicados como el aplazamiento de la reforma enviada por ella contra el Nepotismo o el uso de helicópteros por parte de Monreal cuando ella mantiene el discurso de austeridad republicana.



Sheinbaum simplemente minimizó el hecho. Durante la conferencia de este lunes, lo llamó un evento menor. Para ella lo importante fue resaltar el arribo de 350 mil personas que respaldaron sus acciones en estos primeros meses de gobierno y sobre todo el sorteo que ha debido hacer a las políticas de Trump y sus exigencias para con su gobierno en temas de migración y tráfico de fentanilo.
A ciencia cierta no podemos afirmar que se trate de un desaire totalmente calculado o de un descuido, tal vez un error de logística, pero lo cierto es que en la forma, parece que el liderazgo de Morena de pronto separarse de los objetivos de Sheinbaum.
Las disculpas llegaron tarde, de una forma extraña y para muchos integrantes de las bases de Morena, esos que tienen a Sheinbaum en un alto nivel de aprobación, no ven con buenos ojos la falta de respaldo a la presidenta.