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El abordaje de la brecha de capital de trabajo no solo beneficia a las empresas importadoras, sino que también respalda el desarrollo económico y la prosperidad de México en su conjunto
En el cierre del año, las empresas importadoras de México se ven inmersas en una frenética actividad comercial. Sin embargo, este periodo de euforia también puede convertirse en un desafío financiero, ya que enfrentan una serie de gastos adicionales, como bonos, impuestos y aguinaldos. La cuestión que se plantea es la siguiente: ¿Cómo pueden estas empresas mantener un flujo de efectivo saludable y robusto durante esta temporada?
Las empresas importadoras, en su mayoría, están familiarizadas con la necesidad de pagar por adelantado los bienes importados. Lo que quizás no resulte tan evidente es el hecho de que, en muchos casos, deben esperar meses para recuperar su inversión, dado que entre que esperan que llegue la mercancía importada, y luego venderla, pueden terminar recibiendo el valor de la venta hasta 120 días después de haber realizado la inversión, causando una brecha sustancial en su capital de trabajo. Esta brecha no es una simple preocupación financiera, sino un desafío que puede dañar la salud financiera de manera significativa y limitar su capacidad de crecimiento.
Es imperativo reconocer la relevancia de las importaciones en la economía mexicana. En 2022, el comercio exterior representó al menos 35% del PIB del país, contribuyendo de manera significativa a la generación de empleo y al crecimiento económico. En este sentido, el abordaje de la brecha de capital de trabajo no solo beneficia a las empresas importadoras, sino que también respalda el desarrollo económico y la prosperidad de México en su conjunto.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Financiamiento de las Empresas (ENAFIN) 2021, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), un relevante 32.5% de las empresas en México han experimentado problemas de crecimiento, debido principalmente a dificultades para acceder a financiamiento. Esta situación refleja una problemática clave en el entorno empresarial mexicano, donde la falta de recursos financieros adecuados y oportunos limita la capacidad de integrarse eficientemente a las cadenas de valor y al comercio exterior.
En este contexto, las fintech abren puertas a nuevas posibilidades de gestión financiera que son particularmente atractivas para importadores. Gracias a la tecnología y las innovaciones de las fintech, más empresas pueden acceder a soluciones que les permiten cerrar la brecha de capital de trabajo de forma eficiente y facilitar su gestión. Payments Internacional de Xepelin, es precisamente una de estas soluciones, ya que permite evitar la brecha de liquidez a través del pago a proveedores a cualquier parte del mundo, mientras que pueden pagar a Xepelin hasta en 120 días.
Una de las principales ventajas de esta solución para las empresas importadoras, es el acceso inmediato al capital de trabajo necesario para cubrir los gastos de fin de año. Un flujo de efectivo predecible que ayuda con la planificación financiera, además de ser un alivio para empresarios y administradores. Por otro lado, a través de esta herramienta las empresas importadoras también se pueden proteger frente a las fluctuaciones cambiarias, manteniendo el financiamiento a un tipo de cambio fijo.
En resumen, la brecha de capital de trabajo es un desafío innegable que se intensifica a finales de año. Evitar esta amenaza para la salud financiera de las empresas importadoras de México es la razón de ser de Payments Internacional. Hoy que el comercio internacional presenta enormes oportunidades para México, herramientas como Payments Internacional pueden impulsar a las empresas mexicanas a participar y prosperar.
Fuente Comunicae