• Trabajan en conjunto los Gobiernos estatal y federal, y benefician a cerca de 7 mil productores de la zona norte del estado.
• Promueven desarrollo de las familias productoras del campo, mediante la modernización, tecnificación y optimización del uso de agua.
Aculco, Estado de México, 17 de noviembre de 2022. Como parte del Programa de Apoyo a la Infraestructura Hidroagrícola del Fondo Alianza para el Campo del Estado de México (FACEM), en el que se trabaja con el Gobierno federal para mejorar este tipo de infraestructura en el norte del estado, la Secretaria del Campo, Leticia Mejía García, recorrió los municipios de Aculco y Acambay, donde supervisó obras que beneficiarán a cerca de 7 mil productores.
Acompañada por el Director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en el Estado de México, Lauro Augusto Becerril Martínez, así como de los Alcaldes de Acambay y Aculco, Maribel Alcántara y Alfredo Osornio, respectivamente, la titular del Campo constató los avances en el “Módulo I Huapango” y el “Módulo II Ñado”, del Distrito de Riego 096 Arroyozarco, en Aculco, mientras que en Acambay supervisó la “Unidad de Riego Pozo No. 16”.
Durante este recorrido, Leticia Mejía resaltó la coordinación que existe entre el Gobierno de Alfredo Del Mazo, y el Gobierno federal que, en este caso, a través de la Conagua, trabajan de la mano para fortalecer la infraestructura hidroagrícola que existe en la entidad.
Para ello, dijo, se han realizado obras conjuntas, como el revestimiento de los canales con concreto hidráulico de los módulos mencionados, que beneficiarán a las comunidades de Celayita, San Nicolás, San Antonio y Ejido de Santa María Nativitas, en Aculco.
Además, informó que en Acambay, en la comunidad de Pueblo Nuevo, se trabaja en la rehabilitación del pozo, a través de equipamiento electromecánico que permitirá hacer más eficiente el control y distribución de agua para riego de 350 hectáreas, dedicadas principalmente al cultivo del maíz.
A través de estas acciones, puntualizó la Secretaria estatal, se busca mejorar la disponibilidad del agua para la producción del sector agropecuario, abatiendo pérdidas o desperdicios mediante la modernización de la infraestructura, desde las fuentes de almacenamiento, las obras de regulación y conducción, hasta la distribución o aplicación parcelaria, logrando un uso más eficiente de este recurso.