■Israel Mendoza Pérez
@imendozape
Mientras la vacunación a los integrantes del sector salud se da a cuentagotas. La demanda entre la población aumenta. Los tiempos de la cuatroté no son los mismos que los de la ciudadanía. Ni siquiera los intereses se comparten.
Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó que se le negara a la Iniciativa Privada adquirir el biológico, lo que existe es una crisis mundial de salud y el uso de la vacuna es emergente y nadie lo puede vender.
Lo que ocurre en el país por esa lentitud del gobierno federal es que el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela se mantenga con un perfil muy bajo y la información sea sesgada. Lo que no explica es que el Consejo de Salubridad General —presidido por él— es la entidad que puede dar el aval para la comercialización de las vacunas. Así que el silencio es la mejor arma para desinformar y mantener un vacío y no alimentar la esperanza de que la vacunación llegue pronto a los 130 millones de mexicanos en el corto tiempo. Los problemas de la vacunación en el país son dos principalmente. El primero es que, hasta el momento, no hay alguna empresa que esté en trámites para adquirir vacunas. Forzosamente se necesita del registro sanitario y ese trámite va a tardar debido al uso emergente que existe en la actualidad.
A esto se añade que se requiere en todo caso un decreto presidencial para que la IP entonces sí pueda adquirir la vacuna. Situación que, hasta el momento, no se ha dado por parte del inquilino de Palacio y mientras no exista un sector que la quiera adquirir, pues la vacuna no llegará al mercado.
El segundo punto crítico es que sólo se tiene la vacuna producida por Pfizer. Es decir, se depende una sola compañía. Y es la que se tiene y llegó. Las demás están en proceso de adquisición o pruebas. Por ello se retrasan. La opción para superar el atraso es contar con la vacuna de Astra Zeneca, impulsada por Carlos Slim. Sin embargo, al tener un retraso en su protocolo se detuvo por ello es que México depende por el momento sólo de una, y aunque llegue en cargamentos aéreos por miles es insuficiente. Ya se vio recientemente.
Además, hay países que han comprado hasta en cinco veces la cantidad de vacunas que requieren. México está rezagado por esos factores. Aunado a que en la aplicación se han dado a conocer casos de personal que la recibe sin estar en la línea de fuego contra Covid-19 y en otros incluyen a familiares.
El plan de vacunación Covid-19 es ambicioso. Pero quien lleva la operación de acercamiento y pláticas con países extranjeros que desarrollan la vacuna corre a cargo del canciller Marcelo Ebrard. El secretario de Salud sólo dejó una mala señal ya que no fue claro al señalar por qué la IP no podía comprar sólo jugó a lo que no le queda. A la comunicación política. Esa a la que no está acostumbrado a manejar.▃