El negocio de la fe
■Israel Mendoza Pérez @imendozape A cuatro días del cierre de la Basílica de Guadalupe, los feligreses llenan las calles aledañas al santuario guadalupano. La sana distancia, en esa zona, es igual a la fe: ciega. La alcaldía ya dispuso de baños públicos, franeleros y la apertura de negocios formales e informales. Los jerarcas católicos, el rector Salvador Martínez Ávila y Rogelio Cabrera, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, se congracian de que aún en tiempos de pandemia, el dinero entra a la caja fuerte del templo. El negocio de la fe salpica de manera favorable a la alcaldía encabezada por Francisco Chiguil. Acostumbrado a manejar la demarcación con dotes de moderno terrateniente, el alcalde dejó que los negocios se mantuvieran abiertos ya que, al igual que Martínez Ávila y Cabrera, el recibir dinero por diversas vías es su aliciente. Por un lugar de estacionamiento llegan a cobrar hasta 50 pesos en la vía pública y los souvenirs religiosos en la Calzada de Guadal..