■Israel Mendoza Pérez
@imendozape
En la aritmética de la política de alianzas entre el PRI, PAN y PRD, la suma de negativos se vuelve positivo. El amasijo electoral creado por Alejandro Moreno, Marko Cortés y Jesús Zambrano, les dotó de confianza para ir juntos por 158 distritos, aunque en el camino, el desprecio al electorado es proporcionalmente similar a sus enormes ambiciones
En su alianza están de lado los principios básicos de cada partido. Mientras el PAN y el PRD pelearon por la democratización desde 1988 cada quien, por su lado, al final de cuentas los unía esa sed democrática. Hoy los alimenta el odio contra el presidente Andrés Manuel López Obrador, fomentado de manera sibilina por el PRI. El rival histórico y la figura conspicua de las crisis en el país.
Alianza de conveniencia y efímera. |
Ahora, ganó el pragmatismo. La alianza está fundamentada en el debilitamiento de la concentración de poder que ganó López Obrador desde 2018 y que a la postre, el poder legislativo, con mayoría morenista, mantiene una genuflexión aprendida de la vieja escuela del priismo subordinado al “gran elector”.
A diferencia de las elecciones intermedias en las que se convertían en un ejercicio democrático y plebiscitario para el gobierno en turno, en esta ocasión y por el tamaño monumental de los puestos elección que están en juego, el objetivo principal de Moreno, Cortés y Zambrano es convertirse en un contrapeso y desde el legislativo ser el contrapeso de las reformas constitucionales que vienen. En resumen, alianza electoral efímera.
Durante los dos primeros años de gobierno de Morena, la oposición se ralentizó. La única vía que tienen para hacer frente es con la alianza pragmática y con figuras conocidas para ir por golpes de precisión. La contienda la van a regionalizar con liderazgos y zonas de influencia en donde se marcará la polarización y se jugará con la misma carta de se está a favor de la cuatroté o en contra de ésta. Ya no hay centro político. Los partidos lo borraron.
Y es que la narrativa del gobierno de la cuatroté ya armó la estrategia de que la mafia del poder ahora ya tiene rostro y la encarnan el PRI, PAN y PRD ahora juntos en una amalgama de conveniencia y avaricia por el poder. Entre los objetivos es capitalizar los reducidos bastiones de cada instituto político ya que carecían de muchas oportunidades y en el mejor escenario que les pintaron los asesores es que la alternativa es de aritmética básica si van solos pierden más y juntos la pérdida es menor y en otros casos, como en el PRD es sobrevivir ante la inanición.
Ya se verá en cuanto desde el poder de Palacio Nacional se aprieten tuercas de liderazgos que compitan por un cargo a través de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de Santiago Nieto y reaccionen con virulencia los aliancistas. Ahora si se verá quien sabe sumar… sabe dividir. ▃