Este lunes, París decretó estado de alerta máxima por el avance de la pandemia de COVID-19, lo que conlleva al cierre de todos sus bares, aunque sus restaurantes podrán permanecer abiertos, siempre y cuando respeten las medidas sanitarias.
En conferencia de prensa, la alcaldesa Anne Hidalgo declaró que “entramos en una nueva fase”, y detalló las nuevas restricciones que se aplicarán a partir del día martes en París y en su periferia más cercana, un territorio de más de 7 millones de personas, con la intención de frenar la cadena de contagio.
Además de los bares, considerados como lugares en los que el riesgo de contagio es mayor, permanecerán cerrados los gimnasios y seguirán prohibidos los eventos con más de mil personas así como las reuniones de más de 10 personas en los espacios públicos.
Los restaurantes podrán permanecer abiertos, siempre y cuando respeten nuevas medidas sanitarias de seguridad, como limitar los grupos de comensales a 6 personas y poner un dispensador de gel desinfectante de manos en cada mesa.
El gremio se encontraba inmerso en los últimos días en negociaciones con el gobierno para evitar un nuevo cierre que, aseguraban, sería fatal para el sector tras el cierre de la primavera.
Por su parte, las universidades deberán restringir la asistencia presencial en un 50% y quedan prohibidas las fiestas de estudiantes.
El director de la Autoridad de Salud Regional, Aurelien Rousseau, dijo que cerca de 3 mil 500 nuevos contagios son confirmados en promedio diariamente en la región de París, y 36% de las camas en las unidades de cuidados intensivos son ocupadas por pacientes de Covid-19.