Apenas inicia el año y el mundo se ha conmocionado por el ataque del general iraní Qasem Soleimani ya que su asesinato es comparado con el de un primer ministro pues es uno de los hombres con mayor influencia en Oriente Próximo.
Después de que el gobierno de Donald Trump asumiera el atentado argumentando que su muerte “detendría una guerra” también ha anunciado que se desplegarán tropas adicionales en la región.
El Departamento de Defensa de Estados Unido confirmó que se han enviado efectivos a Kuwait para sumar unos 300 soldados que pretenden prevenir ataques a instalaciones estadounidenses.
“Como ya se había indicado, la Fuerza de Respuesta Inmediata (IRF) de la 82ª División Aerotransportada había sido puesta en alerta ante un posible despliegue y va a ser desplegada”, ha anunciado un portavoz del Pentágono, según informa CNN.
El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, el general Mark Milley, ha defendido en su comparecencia el ataque contra Soleimani, “el riesgo de no actuar era mayor que el riesgo de hacerlo”. Milley ha aseverado que las fuerzas estadounidenses tenían información de Inteligencia “convincente” que indicaba que Soleimani estaba planeando una “significativa campaña de violencia” contra Estados Unidos en los próximos días.
Mike Pompeo también ha defendido el ataque, asegurando que el riesgo de no hacerlo era mayor.