La Revista Proceso ha seguido el rastro de Luis Cárdenas Palomino, uno de los hombres claves para Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública en la administración de Felipe Calderón y la Director de la Agencia Federal de Investigación de México con Vicente Fox. Apenas el 10 de diciembre la noticia era los cargos y de García Luna que se encargó de la seguridad nacional durante el periodo conocido como “La guerra contra el narco” que dejó más de 200 mil muertes violentas en el país y que desató la violencia en el país y que hasta la fecha parece imparable.
Luis Cárdenas Palomino al igual que García Luna tiene grabes acusaciones en su contra, ya que desde antes de iniciar su carrera llena de condecoraciones otorgadas por su paso en el Gobierno federal, se le responsabilizo de un triple homicidio, crimen que confesó pero que gracias a la intervención de Jesús Miyazawa no fue aprehendido en 1987.
Después de ser titular de la División de Seguridad Regional de la Policía Federal (PF) mantuvo vínculos en el gobierno durante el sexenio de Enrique Peña Nieto pues su consejero jurídico, Humberto Castillejos Cervantes, fue su cuñado. En enero de 2013 asumió la dirección de Adamantium Private Security Services, una filial de Grupo Salinas dedicada a la seguridad privada y el espionaje.
Estos contratos, que Proceso detectó en la plataforma Compranet, abarcaron servicios de seguridad en infraestructuras estratégicas del país: el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), estaciones de combustibles operadas por Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), así como los puertos de Manzanillo y Veracruz.
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El más importante, por 176 millones 239 mil pesos, le fue otorgado mediante adjudicación directa en febrero de 2017: se trató de un contrato plurianual para “servicios de seguridad y vigilancia en plataformas, zona perimetral y control de acceso en las terminales 1 y 2 del AICM”.
La polémica carrera de Cárdenas Palomino, quien llegó a tener bajo su mando a más de 36 mil agentes de la PF, estuvo marcada por el AICM: el 25 de junio de 2012 se desató una balacera entre miembros de la corporación en la Terminal 2, presuntamente por un asunto de tráfico de drogas, que desembocó en la muerte de tres uniformados.
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