“Yo no conozco la Secretaría de Relaciones exteriores, mas lo que se le puede conocer desde afuera, no soy un diplomático, nunca he tenido más allá de los cargos propios de la Secretaría de Hacienda y su actividad internacional a representación de nuestro país, ustedes han dedicado su vida entera a ello, se los digo de corazón y con toda humildad, vengo a aprender de ustedes, vengo a hacer equipo con ustedes en un momento en el que México nos necesita a todos más que nunca”. Fueron las palabras del ahora canciller de México y ex secretario de Hacienda y Crédito Público.
Para muchos estas palabras retumbaron en varios sentidos, hubo quienes tomaron como clara muestra de sinceridad pero las críticas no se hicieron esperar, púes como él mismo lo dijo, el país vive un momento crítico y el descontento social y reprobación del gobierno de Peña Nieto y todo su gabinete es más grande que nunca pues a la acumulación de malos momentos y malas terribles decisiones se suman los anuncios del aumento de los combustibles como continuación de los gazolinazos mensuales.
Trump lo sacó y Trump lo regresa
Trump y su influencia en los cambios del gabinete, específicamente en los movimientos de Luis Videgaray ha sido más que evidentes ya que es a quien se señaló como responsable de la invitación de Trump durante su campaña y ahora que ganó será o se espera que sea una carta fuerte para sostener la relación entre ambos países.